Ya estamos recolectando las primeras habas que plantaron, el pasado mes de diciembre, los alumnos del primer ciclo del Colegio Bonavista en nuestro Huerto Escolar.
Las habas son un alimento que se cultivaba ya en el año 2.300 a.C. Griegos, romanos y egipcios eran grandes consumidores de habas, tanto tiernas como secas.
Las habas frescas son ricas en glúcidos, vitaminas B y C, carotenos, calcio y fósforo, y tan solo aportan 54 calorías por cada 100g. Las habas secas tienen un alto contenido en sales minerales, potasio, fósforo y calcio; aportan 343 calorías por cada 100g y su contenido en glúcidos es muy importante (59%), además de aportar proteínas.
Las habas son un producto de temporada que puedes encontrar a muy buen precio. Aunque es recomendable consumirlas recién compradas o recolectadas, se conservan bien durante 3-4 días en el frigorífico o un lugar fresco. Admiten la congelación pero antes deben ser escaldadas o cocinadas.
Aunque las habas las puedes comer crudas, una forma muy habitual de cocinarlas es con aceite de oliva y cebolla, a las que puedes añadir unos taquitos de jamón serrano. En tortilla también están muy ricas y es una ingrediente que encontramos en la menestra de verduras. Es aconsejable que para los niños las consumas tiernas, ya que las demasiado granadas resultan duras y harinosas.
Os dejamos este enlace donde puedes encontrar multitud de formas de cocinar las ricas habas: http://www.todaslasrecetas.es/receta/s/?q=habas%20frescas
Las habas son un alimento que se cultivaba ya en el año 2.300 a.C. Griegos, romanos y egipcios eran grandes consumidores de habas, tanto tiernas como secas.
Las habas frescas son ricas en glúcidos, vitaminas B y C, carotenos, calcio y fósforo, y tan solo aportan 54 calorías por cada 100g. Las habas secas tienen un alto contenido en sales minerales, potasio, fósforo y calcio; aportan 343 calorías por cada 100g y su contenido en glúcidos es muy importante (59%), además de aportar proteínas.
Las habas son un producto de temporada que puedes encontrar a muy buen precio. Aunque es recomendable consumirlas recién compradas o recolectadas, se conservan bien durante 3-4 días en el frigorífico o un lugar fresco. Admiten la congelación pero antes deben ser escaldadas o cocinadas.
Aunque las habas las puedes comer crudas, una forma muy habitual de cocinarlas es con aceite de oliva y cebolla, a las que puedes añadir unos taquitos de jamón serrano. En tortilla también están muy ricas y es una ingrediente que encontramos en la menestra de verduras. Es aconsejable que para los niños las consumas tiernas, ya que las demasiado granadas resultan duras y harinosas.
Os dejamos este enlace donde puedes encontrar multitud de formas de cocinar las ricas habas: http://www.todaslasrecetas.es/receta/s/?q=habas%20frescas
